4 de noviembre de 2009

CREER EN EXTRATRERRESTRES "OFICIALMENTE" YA NO ES PECADO

No es contrario a la fe cristiana creer en la posibilidad de la vida extraterrestre; pero nadie ha podido probar que ésta exista

El que exista o no exista vida fuera del planeta Tierra es algo sobre lo cual la Iglesia nunca se ha pronunciado de manera oficial; por lo tanto, no hay dogma de fe al respecto, y cada cristiano es libre de creer sobre este asunto lo que le parezca más conveniente.

Por otro lado, es absolutamente cierto que la ciencia —la verdadera ciencia— no ha podido detectar señal alguna que sugiera la existencia de visitas extraterrestres, a pesar de que hay quien se dedica las 24 horas del día, durante todos los días, ininterrumpidamente, a la contemplación y a la vigilancia del firmamento.

¿El Vaticano declara oficialmente la existencia de extraterrestres?

Sin embargo, el pasado 16 de mayo de 2008, en una entrevista publicada por L’Osservatore Romano, el presbítero jesuita y astrónomo argentino José Gabriel Funes, director del Observatorio Astronómico Vaticano, dijo que podrían existir otros seres vivientes además de los conocidos «porque no podemos poner límites a la libertad creadora de Dios». Y agregó el científico de 45 años de edad: «Para decirlo con san Francisco, si consideramos a las criaturas terrenas como ‘hermano’ y ‘hermana’, ¿por qué no podríamos hablar también de un ‘hermano extraterrestre’? Formaría parte de todos modos de la creación».

La aparición de dicha nota en el periódico de la Santa Sede causó que la prensa secular publicara una serie de notas absurdas asegurando que el Vaticano había dado su «aprobación oficial» a la existencia extraterrestre.

Parece ser que casi nadie notó que el padre Funes nunca dijo que existan los extraterrestres, sino sólo opinó que podrían existir. Es decir, emitió un punto de vista personal, no una declaración doctrinal ni científica.

Ahora bien, Funes no es el único miembro del clero que cree en la posibilidad de vida fuera de la Tierra; hay un número respetable de sacerdotes que igualmente han contemplado esta posibilidad. Incluso a san Pío de Petrelcina habría que incluirlo entre ellos si se considera el libro con imprimátur Cosi Parlo Padre Pío, de Don Nello Castello. Preguntado el santo fraile sobre la vida en otras planetas, habría respondido: «¿Pues qué? ¿Querrías, que no la hubiera y que la omnipotencia de Dios se limitase al pequeño planeta Tierra? ¿Querrías que no existieran más criaturas que amen al Señor?». Y luego habría agregado: «Nosotros, salidos de la Tierra, no somos nada. Claro que el Señor no habrá restringido su gloria a este pequeño planeta. En otros existirán seres que no habrán pecado como nosotros».

Aun así, la misma respuesta del padre Pío sería, una vez más, mera opinión personal. Ni doctrina ni revelación privada, sólo un punto de vista enfocado en la mayor gloria de Dios.

Fundamento... ¿científico?

A finales del año 2000 la Fundación SPES (Servicio para el Esclarecimiento en Sectas) realizó en Argentina una encuesta entre mil 98 alumnos de colegios católicos, encontrando que el 83.73% de las chicas entrevistadas creía en la existencia de los OVNIs y los seres extraterrestres, mientras que entre los chicos la creencia en estos tópicos ascendía al 88.15%. Entre ellas, el 70.12% afirmó que hay un fundamento científico para tal creencia, y entre ellos el 70.35% aseguró lo mismo.

La verdad es que, a decir de los científicos, la Tierra es una verdadera rareza astronómica. Entre más se investiga es cada vez más patente que las circunstancias ligadas a nuestro planeta que hicieron posible la vida en él son realmente extraordinarias y de muy difícil repetición. En otras palabras, el universo es naturalmente hostil a la vida, y si ésta es posible en la Tierra es gracias a que, entre otras cosas, nuestro sistema solar está ni muy cerca ni muy lejos del centro de la Vía Láctea, y a que tiene una sola luna del tamaño adecuado y a la distancia adecuada.

Los extraterrestres más probables

Según un estudio realizado por científicos estadounidenses, reportado en la revista Astrophysical Journal, sólo entre cinco y diez por ciento de los sistemas planetarios del Universo tienen lunas con orígenes similares a la nuestra. Mas eso no implica que su distancia, tamaño y condiciones sean adecuadas para favorecer la vida en un planeta cercano. Pero, suponiendo que sí se contara con todos los elementos necesarios, la «vida extraterrestre» no tiene por qué ser sinónimo de «seres extraterrestres más avanzados que nosotros». Lo más probable es que, de existir cualquier otra vida fuera del planeta Tierra, ésta sea microbiana.

Por eso la opinión de los astrobiólogos es que, para buscar vida en otros planetas, los científicos deberían observar la naturaleza mediante microscopios y no telescopios.

¿Y los avistamientos de OVNIs?

Los numerosos avistamientos de OVNIs, reportados desde hace décadas por todo el mundo, son, para muchos, «prueba» de la visita de seres de otro mundo.

Hay que considerar que OVNI (en inglés UFO) son las siglas de «objeto volador no identificado» , y que por tanto OVNI no significa «platillo volador». Cualquier objeto que esté cruzando el firmamento y que no logre ser entendido por un individuo cualquiera, es verdaderamente un OVNI para ese individuo, no importa si el objeto en cuestión es un simple avión, helicóptero, papalote, globo, ave o cualquier otra cosa.

Las fotografías y videos de objetos voladores sin identificar que se exhiben para «demostrar» la presencia de visitantes de otros mundos son de una increíblemente sospechosa mala calidad: borrosas, mutiladas, con la cámara sacudiéndose constantemente...

Y cuando los investigadores serios analizan las imágenes descubren su origen fraudulento o bien la explicación lógica del fenómeno.

Por qué no pueden llegar a la Tierra naves de otras galaxias

A pesar de todo, si existieran seres inteligentes extraterrestres sería imposible que llegaran a la Tierra en sus naves espaciales debido al problema de la velocidad.

Suponiendo que su planeta estuviera muy cerca, a sólo 50 años luz de la Tierra, eso querría decir que, para llegar desde él hasta nosotros tendría que viajar ininterrumpidamente 50 años a la velocidad de la luz (aproximadamente 300 mil kilómetros por segundo).

¿Y si los platillos voladores tuvieran una tecnología tan superior que los pudiera hacer viajar aún más rápido? Sencillamente no es posible. Las leyes de la física demuestran que en ningún lugar del universo es posible viajar a una velocidad mayor que la luz

Por otro lado, para viajar a la velocidad de la luz la energía requerida para mover una masa específica es infinita. Dado que es imposible transmitir energía infinita a un cuerpo en un tiempo finito, nunca podremos llegar a la velocidad de la luz. Entonces, ¿por qué la luz viaja a esa velocidad sin disponer de energía infinita? Por que la luz no tiene masa.

Para mover una nave extraterrestre apenas a la mitad de la velocidad de la luz (150 mil kilómetros por segundo) se necesitaría de cualquier modo una energía millones de veces mayor a la requerida para la nave más rápida de la NASA. Y a mayor energía necesaria, la masa (tamaño de la nave) tiene que ser mayor, de manera que estaríamos hablando de un aparato monstruosamente inmenso, nada qué ver con las supuestas navecitas avistadas sobre la Tierra. Una nave tan grande sería, además, mucho más vulnerable a ser golpeada y dañada por los abundantes desperdicios espaciales, especialmente los micrometeoritos. Si la nave redujera la velocidad, aumentaría el tiempo del viaje, aumentando su exposición al daño. Si aumentara su velocidad, aumentaría la magnitud del posible daño debido a los impactos.

Total, que para llegar hasta la Tierra desde el hipotético planeta habitado a sólo 50 años luz, los extraterrestres tendrían que hacer un viaje de... ¡unos 200 años por lo menos!

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